lunes, 9 de marzo de 2009

Sabado entero

Este fin de semana me lo he pasado, recogiendo la casa y aporreando mi pobre guitarra. La verdad que cuando mas recoges mas trastos hay por medio.

El sábado por la mañana lo coger con fuerza y te pones a limpiar después de haber rezado los laúdes, lo primero es lo primero.

Al cabo de unas horas te das cuenta que por muy deprisa que vallas los trastos se amontonan en todos los rincones. Siempre pienso para mi mismo: " Nos sobran la mayoría de las cosas". Almacenamos trastos que no se utilizaran mas por si acaso.

Pero ¿acaso no valen mas en la basura, que en casa?

Después de una mañana de vértigo y tras una siestecita, me pongo a aporrear la guitarra. Nunca he tenido tiempo para aprender como es debido.

Me he propuesto tocar canciones folclóricas para las convivencias. La verdad es que mi mujer es una santa aguantándome el aporreamiento.

Después de un rato me pongo a ensayar los cantos de la eucaristía y empieza las prisas para que todos se vistan y podamos llegar a tiempo a la eucaristía y salimos por la puerta el matrimonio cada uno con su guitarra a la espalda y los tres fieras vociferando escaleras abajo.

Una odisea.